¿Qué fue del Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea? | Priscila Ramos.

22 Sep 2020
Entrevista en el portal de noticias Saldo a Favor por Pablo Fernández

Integrante/es: Ramos, María Priscila
Se anunció con bombos y platillos, sin embargo, a más de un año de la firma, el mismo todavía no entró en marcha y no hay quienes dudan de que eso termine sucediendo. Para saber más del tema consultamos a la investigadora del IIEP UBA-CONICET, Priscila Ramos.

Se festejó a lo grande. Fue tema central de la economía durante varios días. Algunos lo consideraban la vuelta de la Argentina al mundo, otros especulaban acerca de qué sectores se verían más favorecidos y cuáles podrían llegar a perder. Lo cierto es que la firma del Acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea parece haber sucedido varios años atrás y ya casi ni se lo menciona. Para saber en qué instancia está y por qué no se avanzó al respecto, conversamos con Priscila Ramos, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA e investigadora del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP UBA-CONICET).

Por supuesto que el coronavirus jugó su rol y así lo explica Ramos: “En este contexto, la ratificación del Acuerdo por parte de los parlamentos, tanto americanos como europeos, está en un impasse debido a la pandemia. Dejó de ser una urgencia, pero en cuanto el contexto sanitario comience a resolverse se va a retomar”.

Sin embargo, más allá del contexto de la pandemia hay otros factores que, poco a poco, comenzaron a salir a la luz y que hicieron que la ratificación del Acuerdo por parte de los Parlamento de cada país se retrasase más de lo previsto: “Alemania, por ejemplo, está poniendo ciertos reparos que tienen que ver, principalmente, con la deforestación que se está llevando a cabo en el Amazonas”, donde según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (Inpe, por sus siglas en portugués), más de 9000 kilómetros cuadrados de selva tropical fueron talados en la región de Brasil en los últimos años.

“Una de las versiones que estuvo dando vueltas en los últimos meses es que el Acuerdo podría llegar a cobrar vigencia, al menos de manera unilateral, entre la Unión Europea y determinados países del Mercosur, de acuerdo con el ritmo de avance de las ratificaciones parlamentarias de cada uno. Estas situaciones generarían distorsiones dentro de la región, porque habría países que lograrían tener preferencias antes que otros, lo cual derivaría en cierta problemática de comercio interno”, asevera la investigadora. 

Sin embargo, más allá de la deforestación del Amazonas hay otras cuestiones pendientes de resolver antes de llegar a un acuerdo entre las partes, “como lo son el bienestar animal, el etiquetado de azúcar y de grasas de determinados productos, el uso de fertilizantes y pesticidas. Y esto pasa de manera recurrente en casi todos los acuerdos. En el momento en que las barreras arancelarias o los derechos de importación se reducen o desaparecen, lo que queda a la vista son las barreras no arancelarias, que tienen que ver con este tipo de normas, de salud humana, animal, ambiental, normas de calidad, técnicas de producción y muchos otros requisitos que la Unión Europea siempre puso a la hora de firmar un tratado y que están avaladas por el Principio de Precaución, que, básicamente, tiene que ver con que si se tiene alguna sospecha sobre el tratamiento de algunos de estos productos, ante la duda no se acepta”, relata la docente.

“Por ejemplo, la soja hace bastante tiempo que tiene, prácticamente, un 0% de arancel a la Unión Europea, pero tiene muchas barreras que tienen que ver con lo fitosanitario, las cuales hacen que no sea destinada a producir alimentos para humanos ni de animales, ya que fue genéticamente modificada. Esa soja se utiliza solamente para producir biodiesel. En este y otros productos, la U. E. exige ciertos procesos de etiquetados o certificaciones que implican un costo adicional para el productor-exportador que quiere ingresar al mercado europeo. En el contexto actual, donde lo sanitario y lo ambiental ganan peso relativo en el marco del Green Deal de la Unión Europea, es probable que este tipo de exigencias resulten un costo o una traba adicional al comercio entre el Mercosur y la U.E.”, cuenta en detalle Priscila Ramos.

Y continúa: “Otro ejemplo, es el de la importación europea de productos derivados de animales. Estos últimos, tienen que estar libres de tratamientos con hormonas, lo cual no es el caso de los EE.UU. Europa compra carne de alta calidad a la Argentina porque muchos de sus productores-exportadores certifican el cumplimiento de protocolos europeos, por ejemplo:  ganado libre de hormonas, libre de aftosa sin vacunación, alimentado a pasturas (no feedlots), por mencionar algunos”.

“Incluso, en los últimos días salió a la luz que otro condicionamiento al Mercosur, pero con los ojos puestos especialmente en Brasil. “Tiene que ver con la protección de los pueblos indígenas, con la preservación cultural y la vigencia de los derechos humanos. Así como también se deja bien en claro que en la cadena productiva no puede haber participación de trabajo esclavo ni explotación”, agrega Ramos.

¿Puede disolverse el tratado?

Ahora, teniendo en cuenta todos estos requisitos y la deforestación indiscriminada del Amazonas, ¿puede haber marcha atrás en el Acuerdo? La respuesta la ofrece Ramos: “Veo muy difícil que, si se llegó a la firma del Acuerdo, se vuelva para atrás. A lo mejor puede haber un proceso de ratificación más lento por algunos de los Parlamentos de ciertos países. O puede ser que la Unión Europea se ponga firme con el cumplimiento de alguna cláusula, como el cumplimiento de los compromisos del Acuerdo de Paris para el cambio climático, la cual podría ser vinculante. Pero no veo que se vuelva a fojas cero. Es probable que, por ejemplo, se establezcan ciertos procesos de trazabilidad de los productos de origen agropecuario para evitar que provengan de áreas deforestadas. Sin embargo, como ya hemos dicho, todos estos procesos son costosos, pero si el país importador no lo aporta, pierde ese mercado”.

En este contexto, la imposición de cláusulas vinculantes no parece un tema menor, “sobre todo por parte de los alemanes que, están muy comprometidos con este tema. Es más, no sé si ya no existe alguna cláusula de ese tipo en la letra chica del Acuerdo, según la cual los países firmantes se comprometen a cumplir todos los Acuerdos Internacionales, incluido, por supuesto, el del Cambio Climático, de París”.

Pero, así como Brasil no deja de deforestar el Amazonas, nuestro país ha comenzado a transitar el camino correcto. A paso lento pero sostenido. “La Argentina tiene una Ley de Bosques que prohíbe deforestar bosques nativos. Y asumió el compromiso de que su matriz energética sea generada, en un 20%, a partir de fuentes renovables no convencionales, como la solar, la biomasa, la eólica, etc. Aunque todavía le falta para llegar a ese porcentaje, al cual debería arribar en 2030, como parte de un paquete de medidas que permitiría a la Argentina cumplir con su meta absoluta de emisiones de CO2 bajo el  Acuerdo del Cambio Climático de París”.

América Latina tiene una emisión de gases contaminantes per cápita menor a la que tienen los países de Europa, y podría pensarse como paradójico que sea la Unión Europea la que haga tanto hincapié al respecto, “pero tiene que ver con que, como países, están haciendo algo para cambiar el mal camino por el que iban. Y, desde este punto de vista, Brasil no tiene una actitud de cambio, o no al menos en lo que respecta a la deforestación”, sostiene la investigadora.

Por último, la presencia de China en América Latina es cada vez mayor y eso no le causa demasiada gracia a la Unión Europea. De hecho, los sectores más conservadores de los diferentes países europeos están pidiendo que no se pongan demasiadas trabas a los productos del Mercosur, ya que, si el Acuerdo no avanza, es probable que esta región del planeta termine comercializando con el Gigante Asiático más de lo que lo hace actualmente.

“A los Estados Unidos tampoco le gustó mucho el Acuerdo firmado entre la Unión Europea y el Mercosur, tal es así que comenzó a encarar acuerdos con otros países de América Latina. Además del que ya tenía con Ecuador, con Chile y con Perú, algunos países del Mercosur han tenido también un acercamiento bilateral (en algunos casos hace algunos años y en otros, más recientemente) aunque sin avances hasta el momento, dado que esto implicaría un abandono del Mercosur para ellos. Por ahora todo sigue en pie”, finaliza Priscila.

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