Creo que hay mucho futuro en los sistemas complejos | Daniel Heymann

01 Nov 2020
Entrevista en el blog #SuddenStop.

Integrante/es: Heymann, Daniel
Hace algunas semanas, en pleno desarrollo de una pandemia global, nos dimos el lujo de conversar un rato con Daniel Heymann, quien generosamente accedió a atendernos para darnos su mirada sobre algunos temas más que interesantes: microfundamentación de la economía, sistemas complejos y su visión sobre la universidad pública, entre otros.

La macroeconomía es entendida como el estudio de la economía en su conjunto: una disciplina separada de la microeconomía, que es el estudio de los mercados individuales. En algún momento, desde los 40’ en adelante se fue dando un proceso de microfundamentación de la macro, al punto de que hoy cualquier libro de texto parte de la presunción de que la macro tiene que tener principios de microfundamentación.

¿Por qué crees que se dio este proceso y qué limitaciones le ves?

Pensá en el sistema económico, que es lo de que trata la macro. Cuando se suele decir “la economía es una ciencia social”, y es cierto eso, lo que se quiere decir es que nuestro sistema económico es un recorte de un gran conjunto de personas interactuando entre ellas. De lo que se ocupa la macro es de un aspecto importante del resultado colectivo de esos comportamientos. Si vos lo pensás de esa manera, detrás de cualquier proposición macroeconómica hay gente actuando. Ahora, actuando en interacción: no es Robinson en la isla. Son un montón de Robinsons trabajando a su modo e interactuando en el intercambio, en el mercado de trabajo y en una variedad de situaciones.
Entonces, dicho lo cual, agarrá el modelo IS-LM. IS, oferta y demanda de bienes. LM, oferta y demanda de dinero. Cuando decís: “voy a suponer que la demanda de dinero depende negativamente de la tasa de interés”. ¿Cómo lo explicás? Si das clases en CBC, le decís al alumno que si la alternativa es tener dinero o activos que pagan interés, cuanto más alta la tasa de interés, mayor la propensión que vas a tener de cambiarte del dinero que no paga interés a los activos que sí pagan interés. O te preguntan: ¿Por qué si sube la tasa de interés, vos esperás, con el IS, que la inversión caiga? Porque obviamente si el costo de financiamiento es más alto, en el margen la empresa que está con ideas de invertir se va a cuidar más y no lo va hacer. Ya le metés el comportamiento adentro y no te conformarías con una racionalización que no te haga sentido desde el punto de vista del comportamiento individual. Implícitamente le pones microfundamentaciones: racionalizás una función macroeconómica sobre la base de algún criterio, aunque sea intuitivo, sobre el comportamiento de los agentes.
Ahora, un par de cuestiones. Esto tiene que ver con la gran historia del reduccionismo. Podés reducir las neuronas a partículas elementales o hacer una representación a escala macroscópica. Creo que esto es un tema general en economía. Yo te diría que ahí es una cuestión de hacer la aproximación que nos resulte más práctica teniendo en cuenta los límites que dicha aproximación le impone a las conclusiones que sacás.
Si me venís con preceptos metodológicos estrictos, no creo que en economía valga la pena establecer estos preceptos de manera totalmente prescriptiva. Te doy un ejemplo simple: así que la micro se ocupa del comportamiento individual. ¿Teoría de la firma qué es? La firma maximiza beneficios sujeto a las restricciones, minimiza costos dado el producto y todo lo tomamos con total naturalidad. La firma es un amasijo de personas que interactúan. O sea, si vas al individualismo metodológico en el sentido estricto, la firma no existe. Ahora, en ciertas situaciones, ¿Tenes que meterte dentro de la firma para entender su comportamiento o el comportamiento del mercado en el que opera? Te diría que en cierto sentido sí. Si hay problemas de incentivos dentro de una empresa, eso se va a manifestar en ciertos comportamientos del mercado que a vos te interesan. Pero, ¿Vos te vas a negar a contemplar a la firma como una unidad si el problema no te amerita meterte adentro de todas las interacciones? Si tal le tiene bronca a tal otro, que si no le aumentan el sueldo va a trabajar menos, etcétera. Si te interesa, por ahí te metés adentro pero si no lo pasás de largo porque es la simplificación que te conviene.
En todo caso, nada te dice que las microfundamentaciones sean maximización con restricciones de un tipo o de otro. Perfectamente puedo tener una representación económica, donde el comportamiento de los agentes interactivos se simplifique de alguna manera: usando algún tipo de heurística, una regla provisoria de comportamiento o cosas por el estilo. Y eso vale, en particular, para el comportamiento individual y además vale, por ejemplo, para el análisis de expectativas.
Si queres hablar de expectativas racionales, hablemos. Yo creo que es una hipótesis que tiene enormes problemas analiticos. ¿Te sirve en algunos casos? Creo que sí. ¿Lo tenes que imputar como precepto metodológico? Te diría: ojalá que no porque ni siquiera vas a saber lo que estás haciendo.

Hemos leído que te parece muy interesante el capítulo 12 de Keynes ¿Por qué?

Es una delicia literaria, porque escribe bien Keynes. Cuando te habla de que la inversión es una lucha contra las oscuras fuerzas del tiempo y de la ignorancia, está muy vívida la expresión. La lees y decís: ¡Es cierto! Alguien que hace una inversión a 20 años de plazo, ¿Quién sabe dónde va a estar? Y el tipo va y lo hace. Ahí tenés, ¿Cuál es el micro de eso? Está en veremos.
Ahora, para enrevesar más la cuestión. Si querés un compañero de lectura muy interesante de ese capítulo, hay un paper de Hayek que se llama “The use of knowledge in society”, que justamente enfatiza que el sistema económico es de una complejidad fantástica y lo que vos tenés que hacer es manejarte en esa maraña.
Hay un tema abstracto pero interesante. Ayer estaba charlando en las primeras clases de Tópicos de Macro. Una nota pedagógica muy interesante sobre un hipotético caso donde Walras descentraliza la isla de Robinson y crea un mercado de trabajo. Cuando Robinson está solo en su isla, ¿Qué nos enseña la micro? Está en una isla donde hay palmeras y las palmeras le dan cocos. Tiene que decidir cuántas horas trepa a la palmera para bajar cocos y, por supuesto, si trepa mucho, se cansa mucho y tiene menos horas de descanso y si trepa poco, tiene menos para comer. Entonces el tipo tiene que ponderar el desgaste que le representa ir a buscar los cocos y el beneficio que le representa tener los cocos para comer. ¿Qué hace un tipo que pasó por un curso de micro? Maximiza la utilidad sujeto a la restricción de presupuesto, o en este caso a la condición física, que te dice si vos subis tantas horas a la palmera vas a recoger tantos cocos: una función de producción. Luego hace el lagrangiano y resuelve.
Estábamos charlando y se me pasó. Creo que en el momento en el que fue escrita la novela de Robinson Crusoe, el lagrangiano todavía no había sido descubierto. Ponele que no. Ahora yo, observador desde afuera, le digo a Robinson: vas a resolver un lagrangiano que no fue descubierto. Hay cosas raras.
La historia no termina ahí. ¿Qué derecho tengo de representar a Robinson con su lagrangiano? Como te diría Milton Friedman: no es tanto lo que el tipo mentalizaba, si no lo que efectivamente resolvía. ¿Tengo derecho a suponer que Robinson actuaba como si hubiera resuelto el lagrangiano? Creo que sí, porque imaginate un Robinson de este tipo: suponete que no hay cambios de lluvia, la producción de la palmera es regular y las condiciones físicas no cambian. Robinson sube un día tantas veces a las palmeras, trae los cocos y ve cómo se siente. Al día siguiente, decide probar subir un poquito más y encuentra que la alimentación extra que tiene por trabajar un poquito más le da más satisfacción que el tiempo que dejó de quedarse en la cabaña. Entonces, ¿Qué hace Robinson? Dice, yo me muevo un cachito para allá. La próxima se mueve un poquito más y ahora resulta que se cansó demasiado, entonces vuelve un poquito para acá. Lo que te quiero decir es que tanteando de una manera bastante elemental el individuo puede llegar a una cosa que se parece a la solución de un problema de maximización. Yo creo que eso pasa, probando ensayo y error, encontraste una solución. Lo cual no quiere decir que pasa en todas las instancias. O sea, vos ponele un problema de decisión gigantescamente complicado, que el economista profesional recién consiguió resolverlo. Más todavía, hay muchas instancias de la vida cotidiana, donde plantear el problema como un problema de optimización es muy difícil. Definir en una situación concreta económica, un problema de optimización que atienda las características específicas del problema de decisión, en general, no es fácil. Los problemas que enfrentamos no están estructurados de esa manera. Todo esto es para decir, sobre la representación del comportamiento: tenés que adaptar el método al problema que tenés. ¿Toda conducta humana es optimizadora? Te diría que no, porque no veo cómo. ¿Ninguna es optimizadora? Hay situaciones en las que no es particularmente difícil.

Volviendo a la pregunta inicial, en economía es complejo armar modelos que conecten la microeconomía y la macroeconomía porque no es un sistema ergódico…

La otra cosa que tengo metida en la cabeza es el rango de validez. En ciencia física, hay ciertas proposiciones que tienen un rango de validez y no son extrapolables. Si pasa en física, tiene que pasar en economía mucho más. Esto que te digo vale en estas condiciones, probablemente no vale en otras.
Sobre el tema de la no ergodicidad, una de las cosas interesantes y complicadas que tiene la economía es que el economista, especialmente el macroeconomista, habla de un comportamiento de un sistema que está determinado por el comportamiento de agentes que tratan de entender la macro. Tenés una circularidad en la cual la manera en la que la gente entiende la macro tiene repercusiones sobre el sistema que está tratando de entender y que el macroeconomista está tratando de entender. Dicho en criollo, después de la crisis fulana, la gente se comporta distinto que antes porque aprendió algunas cosas y olvidó otras. Se le resaltaron cosas y ante el mismo estímulo, probablemente va a actuar de otra manera. Y eso es algo que nosotros mismos tenemos que factorizar en los análisis. Esa dinámica social de creencias, opiniones, expectativas y comportamientos es una parte esencial de la macroeconomía. Ahí no vale la proposición de principios. “La gente conoce el sistema en el cual opera”, me parece que es una proposición que tomada al pie de la letra niega la complejidad del sistema. O “el tipo es una máquina que repite mecánicamente el pasado”, tampoco hace eso.
Tenemos por delante una agenda de investigación en estos términos, que yo creo que va a ser duradera. En otras palabras: la generación de ustedes va a recibir un estado del conocimiento en macroeconomía. Algo hemos aprendido pero hay muchísimo por hacer. La agenda que ustedes van a tener por delante generacionalmente es exigente, porque hoy estamos en una situación que hace dos años nos parecía totalmente fuera del radar. La macroeconomía hoy tiene una configuración cuya probabilidad ex ante era cero y bueno, esas cosas pasan.

Sabemos que junto a otros autores escribiste un libro sobre sistemas complejos. ¿Por qué crees que no se le dedica tanta atención al tema en Economía?

-Ciertamente no es parte del núcleo del análisis económico. No sé si me animo a decir que es el futuro de la macro, pero esperaría un cierto desarrollo en el modelado de sistemas complejos. Más específicamente: el modelado de agentes económicos en entornos razonablemente complicados en interacción y la búsqueda de propiedades emergentes en modelos así.

¿Y por qué no se enseña eso?

Yo te diría que todavía no está desarrollado el análisis de sistemas complejos en economía.
Además, no es trivial. Suponete que yo quiero hacer un modelo del mercado de golosinas y ahora, uno de mis problemas básicos es entender el comportamiento de un kiosquero dentro de una red de kiosqueros que están distribuidos geográficamente en distintos puntos, por donde la gente pasa caminando y quizás, dependiendo de si le gustan o no los precios entra o va a comprar a otro lado, etc. Pero reduzcamos el problema al comportamiento del kiosquero, su fijación de precios y, eventualmente, su decisión de que es lo que exhibe en el mostrador. Ahora, ¿Cómo especificas una regla de comportamiento obvia, con o sin un lagrangiano? Es extremadamente difícil. Entonces, cuando yo quiero hacer un modelo tipo sistemas complejos de una situación tan básica como esa, necesito generar una heurística que va a representar al kiosquero y más allá. Pero es muy difícil porque no sé cual es la heurística. Yo por suerte nunca tuve la necesidad de ser kiosquero, porque no habría sabido qué hacer.
Creo que hay mucho futuro en los sistemas complejos. Y te digo una cosa: hay veces que me pregunto: tomá una empresa como Google, que nos tiene junados a todos. Con esa información te hacés un modelo de agentes. Yo no estoy seguro de que no lo estén haciendo. Se me pasa por la cabeza que en una de esas el modelo macroeconómico del futuro no se hace en una universidad. Se hace en estos centros de datos gigantescos. Y naturalmente va a ser un modelo de agentes, tipo sistemas complejos.
Creo que la teoría económica del futuro va a ser distinta. Vamos a ir a un cambio importante.

¿Has leído a Hyman Minsky? ¿Qué pensás de él?

Minsky es fantástico. La vió antes que prácticamente todos.
También tengo una reserva respecto de Minsky, como para completar la mirada. Minsky te presenta la transición de una situación perfectamente sostenible a un Ponzi como algo necesario, natural. Ahora, suponete que vos sepas que naturalmente lleva a eso. Para que funcione Minsky, no tenés que creer que viene Minsky. Creo que hay un tema ahí que es intrínseco en la teoría de crisis.

¿No sentís que la universidad pública, en muchos casos, está atrasada en todos estos temas? ¿Cómo se ayuda a nivel educativo a modernizar estas discusiones?

Mirá, la universidad pública vive remando. Ahora, sin hacer demagogia, una de las cosas refrescantes cuando das clases en la universidad pública, de economía en particular, es que a la primera clase generalmente no tenés que insistir sobre por qué es interesante el tema que das. La gente ya lo tiene por definición y el tipo que estudia economía es porque está interesado. En muchos casos seguramente tiene mucho que ver con la experiencia personal que tiene: en la casa las cosas a veces andan bien, a veces mal, tenés crisis, recesiones, inflaciones y querés entender. Esa motivación se nota. Para quien está del otro lado, eso te motiva mucho, porque la gente quiere sacarte el jugo, pero buenamente.
Una de las cosas simpáticas que tiene el señor economista, la macroeconomía puntualmente, son esas escenas, de gente que te agarra a la salida de la clase y 30 minutos después de que terminó no te podes ir porque siguen preguntando. Eso te da una motivación de la gran flauta.
A veces ves a la universidad pública y te preguntás: ¿Cómo es esto? Por ejemplo, la organización de los exámenes en esta época de clases virtuales. ¡Qué lío qué es! Y después ves a la gente que sale y hay tipos que son brillantes, en parte porque es talento natural. Como decía Galileo: eppur si muove.
Falencias seguro que las hay. Ahora, yo hice un doctorado en la UCLA, una universidad pública en Los Angeles, California. Fue una buena experiencia. Yo comparaba los recursos de los cuales disponía la universidad y eran inconmensurables respecto de lo que teníamos acá.
Por un lado, qué diferencia gigantesca hay. Y por otra parte, al mismo tiempo, ves gente estudiando y dando clases allá. Entre paréntesis, eso es una lastima: mucha gente que se va a estudiar afuera y no vuelve. Pero esa gente fue formada acá y allá se defendió bien. O sea que en todo caso, la cola positiva de la distribución, la cola ancha, también se lleva la derecha.
Por ahí, me parece que todavía hay un agujero: da la impresión de que al final queda fuera de la universidad la gente de grupos de ingresos más bajos. Yo creo que ahí tenes que agarrar al tipo prometedor y hacerle un seguimiento personal. Y lo otro es no arruinar el talento natural.
¿Crees que hay ciertas corrientes de pensamiento dentro de la economía que relegan la parte más matemática y/o monetaria a los liberales o a los sectores políticamente más conservadores?
Yo te diría que en la cuestión política, no se si hay un mapeo automático con la manera en la cual encarás la economía. Por ejemplo, la economía austríaca es muy anti matemática.
Obviamente un economista tiene su preferencia social, como persona incluso. Ahora, yo creo que nuestro laburo es entender cómo funciona. En cuyos términos, lo que uno debe hacer es honestamente tratar de entender situaciones prácticas, concretas y definidas y ahí me parece que las consideraciones valorativas no juegan demasiado papel. Porque además, tampoco le sirve a nadie que vos sesgues tu opinión de las cosas ficticias por una expresión de deseo.

¿Qué lecturas o cursos le recomendarías a alguien con inquietud por la Economía, que quiera estudiar lo no mainstream o lo que no está en los programas de estudio tradicionales?

Lo que voy a dar es una visión sesgada, obviamente. Yo tuve mucha suerte a lo largo de mi carrera con los mentores que he tenido. A uno lo conocí trabajando en la CEPAL. Un tipo que no tenía formación académica, pero tenía a la economía argentina en la punta de los dedos: Alberto Fracchia. Pero él prácticamente no escribió nada. Sí fue uno de los padres de las cuentas nacionales y tenía a las cuentas nacionales en la cabeza. Era espectacular.
Y en Los Ángeles, estudié con un profesor de apellido impronunciable: Axel Leijonhufvud. Un tipo que, yo creo, tiene una visión muy rica y muy poco mecánica de la economía. De paso, te meto propaganda: escribimos un librito hace unos 20 años sobre la alta inflación, “High inflation”, pero no te lo digo por eso. Te lo digo por las cosas que hizo Axel. Me parece que vale la pena. Algunos de los ensayos están traducidos al castellano. Uno es “Organización e inestabilidad económica”.


Juan Francisco Mazzoni (https://twitter.com/juanfmazzoni)
Federico Carrone: (https://twitter.com/federicocarrone)

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